Omelette de queso fresco y chía con salsa asada de champiñones

El omelette es una de las preparaciones más antigüas y universales del ser humano. Desde la prehistoria hay descripciones y registros en diversas culturas. La palabra y la fama es francesa pero la técnica es multicultural. Los antigüos mexicas (aztecas) lo conocían muy bien hay descripciones de Hernán Cortés y Bernardino Sahagún lo mencionan en sus relatos de las Indias.
Disfrutemos pues, del omelette o tortilla de huevo que es tan versátil. He aquí una de mis creaciones.

Sigan los pasos al ritmo que marco pues así podrán hacerlo en poco tiempo y llegando a la mesa con la temperatura idónea el plato.

Tener listos (limpios y a la mano) 1 jitomate huaje grande (tomate tipo perita), media cebolla chica, 1 diente de ajo pelado, 2 chiles guajillos secos, 1 cda. de café de semillas de chía y queso fresco al gusto ( tipo panela o canasto) 2 huevos frescos, y champiñones chicos en mitades, aceite de olivo, sal y pimienta.
Calentar en un pocillo agua y agregar los chiles secos y dejar hervir. Mientras tanto en un comal (planchao sartén grande) aceitado con un pincel o papel calentarlo a fuego medio y asar el tomate cortado en rodajas gruesas, el queso cortado en rebanadas semigruesas, la cebolla en juliana de grueso regular y los champiñones. Aparte, en un bol o cuenco cascar y batir los huevos con un tenedor con gran fuerza con un sal y pimienta al gusto. Cuando esté bien espumoso agregarle con movimientos suaves la cucharada de chía y calentar una sartén con poco aceite para el omelette. Sacar los chiles del agua y cortarlos en rodajas largas y agregarlos en el comal cuando ya le den vuelta a los tomates, la cebolla y los champiñones y el queso y agregan el ajo finamente picado con un chorrito de aceite de olivo. Rápidamente el queso comienza a ablandarse y lo retiran y lo tapan con un plato boca abajo para conservarlo tibio.
En la sartén ya lista viertan el huevo y dejar extender por toda la sartén a fuego medio y tapen por unos momentos. Volteen la tortilla con cuidado y rapidéz para no romperla y agreguen los trozos de queso y doblen la tortilla de huevo, dejar unos instantes y servir en un plato. Enseguida sobre el comal viertan un chorrito del agua donde hirvieron los chiles, dejen que burbujee y revuelvan rápidamente por unos instantes pero con suavidad para conservar los ingredientes tiernos pero no batidos. Bañar el omelette enseguida. Comer a temperatura. ¡Buen provecho!

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