EL SLOW FOOD. Comer bien y en casa.

Y bueno, en estos tiempos en donde la mujer y el hombre trabajan y los roles de antaño ya se desdibujan en la innercia de este ritmo acelerado de nuestro mundo actual, es necesario darnos un respiro, fomentar la convivencia en casa y "aterrizar" la cabeza con el confortable cobijo del hogar.
No añoremos la comida de la abuela o la mamá que nos consentía con una buena comida y lo lindo de la sobremesa en familia. Antes bien, hagamos nuestro apartado para tomarnos el tiempo de comer en casa. Como en varios países europeos, ya han adoptado el regreso a darle tiempo a cada cosa y dándole mayor importancia a comer sin prisas, llamándolo: "slow food", corriente en contra del "fast food" americano.
Así como hacemos tiempo para todas nuestras actividades; en la medida de lo posible, hagamos un espacio para comer en casa, convivir con la familia y/o amigos. Son de estas cosas las que hacen que nuestras vidas tengan calidad.

Pero además de los beneficios personales, cualquier ama de casa sabe que comer en casa REDUCE el gasto familiar, por lo que en tiempos de "crisis" lo fundamental es EFICIENTAR nuestro dinero. Coincidirán entonces, que son razones de peso para retomar la comida casera.

Acá unos consejos para REDUCIR los GASTOS de ALIMENTACIÓN:

  • Si en el trabajo existe tiempo suficiente para transportarse a la casa, entonces sal puntualmente y valora tu tiempo. Así darás paso a preparar, comer e irte sin prisas.
  • Si dispones de poco tiempo, es recomendable la noche anterior preparar ciertos alimentos y dejarlos solo para calentarlos o para darles el último toque.
  • Planifica la comida y las compras. De esta forma no se pierde tiempo en "idear qué hacer" en el momento, además comprar a mayoreo reduce el gasto de compra y optimiza el tiempo, ya que no se pierde en ir al súper a la hora de la comida.
  • Calcular las porciones por "persona".
  • Respetar las cantidades de las recetas, para no preparar en exceso, lo que nos aumenta el gasto, el desperdicio de alimentos y el tiempo.
  • Guardar los sobrantes y aprovecharlos para otras preparaciones.
  • Cocinar con la justa medida de aceite. Este es un producto de los que más se invierte en la despensa y d elos que más problemas a la salud causa por el exceso.
  • Utilizar los productos de estación del año. REDUCE en más de un 25% aproximadamente el gasto.
  • Procurar consumir todo alimento perecedero. En la medida de lo posible, no dejar sobrantes y servir lo justo, ni más ni menos.
  • Diversificar los alimentos, tanto a cualidades y sabores. El equilibrio de una dieta es vital para la salud y para el bolsillo.

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